lunes, 16 de noviembre de 2015

Biblioteca XMind



Biblioteca, Cultura y Sociedad de la Información

Por Javier Echeverría
Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad
Instituto de Filosofía, CSIC

De las Bibliotecas a las Infotecas

El constante desarrollo de la sociedad de la Información, ha ido implementado formas de comunicación y herramientas de tal forma que ha ido transformando la vida social en todo el mundo, esto desde el espacio electrónico, con ayuda de las TIC. La biblioteconomía y la documentación no son una excepción. Las bibliotecas universitarias norteamericanas, y posteriormente las bibliotecas públicas, fueron uno de los motores de la ciber cultura en el último cuarto del siglo pasado.

Algunas universidades españolas introdujeron Internet en los despachos de los profesores y bibliotecarios a comienzos de los 90. Poco después, los ordenadores conectados a una red local comenzaron a estar disponibles para estudiantes y usuarios. Las bibliotecas electrónicas ya están construidas y son operativas. Constituyen una componente muy importante de la sociedad de la información. Queda mucho por hacer, claro está, pero si se compara el sector biblioteconómico con otros sectores sociales, por ejemplo la administración y el mundo jurídico, no cabe duda de que se ha adaptado más rápidamente y mejor a la nueva modalidad de sociedad.

La digitalización empezó con los números, los signos, las fórmulas y los textos, gracias a los lenguajes de programación. Luego alcanzó al sonido y la imagen, gracias a las tecnologías multimedia. La telematización permitió poner todos esos contenidos en redes locales o globales de acceso a distancia. Así surgió el espacio electrónico, o tercer entorno. Además de bibliotecas comenzó a haber tele bibliotecas, bibliotecas digitales o e-bibliotecas.

De las bibliotecas a las “perceptotecas”

Habla específicamente de una nueva modalidad de escritura, la escritura electrónica o digital. No sólo afecta a los textos, sino también a los sonidos, las imágenes y, en fase experimental, a las diversas percepciones sensoriales. Los libros tradicionales incluían textos, mapas, fórmulas, datos, grabados, dibujos, etc. También era posible transcribir los discursos hablados, por ejemplo mediante la taquigrafía.

No sólo cambia la escritura, también la lectura. Leer y entender un programa informático requiere otro tipo de destrezas, que están al alcance de muy pocos. Los expertos en lenguajes de programación son los e-escribas de la sociedad de la información. Por otra parte, los documentos electrónicos pueden ser leídos a distancia, siempre que se disponga de acceso a las redes telemáticas y se tengan las herramientas adecuadas. Una página WEB es una encuadernación electrónica. Como consecuencia, surgen nuevos tipos de libros, documentos y bibliotecas, con una estructura muy diferente, que conviene analizar. Los llamaremos telelibros (e-libros), teledocumentos (e-documentos) y telebibliotecas
(e-bibliotecas).

La escritura electrónica utiliza diferentes medios de expresión y comunicación (telefonía, televisión, informática, fotografía, DVD, lectores automáticos, etc., todos ellos digitales), pero su incidencia sobre el conocimiento humano es mucho más profunda que el simple cambio de medios de lectura y escritura.

Componentes de la escritura electrónica

La digitalización. Permite expresar los más diversos sistemas de signos en sistema binario. Números, datos, letras, sonidos, imágenes, tablas, figuras, formulas, frases, textos, melodías, composiciones. También pueden digitalizarse el movimiento de las imágenes y el flujo del sonido.

La informatización. Esta añade nuevas capacidades de acción, permite operar con las expresiones digitalizadas, transformándolas, mezclándolas y combinándolas. Es una combinatoria digital, permite simular colores, imágenes y sonidos mediante aproximaciones iteradas.

El Hipertexto. Añade nuevas potencialidades, por que enlaza entre si ensamblajes de signos procedentes de muy diversos contextos. Esta escritura rompe con dos de los principios básicos de la escritura impresa: la linealidad del significante la Contextualidad.

La Telematización. Permite que todas estas posibilidades de la lectura y escritura sean transmisibles a través de redes telemáticas, independientemente de la distancia a la que estén los autores, interlocutores, espectadores u oyentes.

Consecuencias en la actividad Bibliotecaria

La biblioteca en red y a distancia es la forma de adaptación de las bibliotecas clásicas al nuevo espacio social generado por las TIC, las cuales incluyen facetas y una de ellas es la digitalización, informatización y telematización de los fondos, permitiendo su acceso a través de internet. La mayoría de las bibliotecas están convirtiendo a formato electrónico los documentos más importantes: libros, revistas, grabados, imágenes, archivos musicales, etc. Desde un punto de vista temático, es imprescindible tener en cuenta que la sociedad de la información se está desarrollando en los más diversos sectores sociales.

Conservar y organizar todos esos documentos es imprescindible para poder conocer y estudiar la cultura del siglo XXI. En el caso de la ciencia y la tecnología, se trata de un problema candente. Sólo una ínfima parte de la producción tecno científica actual llega al formato impreso. Los centros de documentación actuales han de establecer criterios de
selección de los documentos que hay que guardar y los que no, así como de los diversos niveles de acceso a los mismos: públicos, privados, confidenciales, etc. El problema es similar en el caso de la documentación que generan las empresas, las instituciones y, en general, los usuarios del sistema TIC. Las telebibliotecas y los tele-archivos tienen un campo de acción mucho más amplio que el de las bibliotecas y los archivos tradicionales.

El problema no sólo se les plantea a las empresas y a las instituciones, sino también a los ciudadanos en general. Siempre ha habido bibliotecas privadas, pero hoy en día los usuarios tienen el desafío de organizar y mantener sus propios archivos, así como de ir actualizándolos.

Un cuarto problema general se deriva del cambio tecnológico, puesto que el sistema tecnológico TIC se modifica rápidamente, haciendo obsoletos muchos artefactos tecnológicos. De nuevo estamos ante un problema general de la sociedad de la información, pero en el caso de las bibliotecas es particularmente agudo, precisamente porque una de las funciones bibliotecarias consiste en conservar la documentación durante largo tiempo. Ello exige una continua renovación tecnológica por parte de las bibliotecas, así como un reciclaje frecuente de sus profesionales. El ritmo de cambio tecnológico resulta muchas veces vertiginoso, rompiendo con las tradiciones mucho más estables de la industria del libro y los servicios bibliotecarios.


Bibliografía

Por Javier Echeverría
Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad
Instituto de Filosofía, CSIC
Foro ANABAD sobre “Biblioteca y Sociedad”, Murcia, 14 de octubre de 2004

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