Biblioteca, Cultura y Sociedad de la Información
Por Javier
Echeverría
Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad
Instituto de Filosofía, CSIC
Departamento de Ciencia, Tecnología y Sociedad
Instituto de Filosofía, CSIC
De las Bibliotecas a las Infotecas
El constante
desarrollo de la sociedad de la Información, ha ido implementado formas de
comunicación y herramientas de tal forma que ha ido transformando la vida
social en todo el mundo, esto desde el espacio electrónico, con ayuda de las
TIC. La biblioteconomía y la documentación no son una excepción. Las
bibliotecas universitarias norteamericanas, y posteriormente las bibliotecas
públicas, fueron uno de los motores de la ciber cultura en el último cuarto del
siglo pasado.
Algunas
universidades españolas introdujeron Internet en los despachos de los
profesores y bibliotecarios a comienzos de los 90. Poco después, los
ordenadores conectados a una red local comenzaron a estar disponibles para
estudiantes y usuarios. Las bibliotecas electrónicas ya están construidas y son
operativas. Constituyen una componente muy importante de la sociedad de la
información. Queda mucho por hacer, claro está, pero si se compara el sector
biblioteconómico con otros sectores sociales, por ejemplo la administración y
el mundo jurídico, no cabe duda de que se ha adaptado más rápidamente y mejor a
la nueva modalidad de sociedad.
La digitalización
empezó con los números, los signos, las fórmulas y los textos, gracias a los
lenguajes de programación. Luego alcanzó al sonido y la imagen, gracias a las
tecnologías multimedia. La telematización permitió poner todos esos contenidos
en redes locales o globales de acceso a distancia. Así surgió el espacio
electrónico, o tercer entorno. Además de bibliotecas comenzó a haber tele
bibliotecas, bibliotecas digitales o e-bibliotecas.
De las bibliotecas a las “perceptotecas”
Habla
específicamente de una nueva modalidad de escritura, la escritura electrónica o digital. No sólo afecta a los textos,
sino también a los sonidos, las imágenes y, en fase experimental, a las
diversas percepciones sensoriales. Los libros tradicionales incluían textos,
mapas, fórmulas, datos, grabados, dibujos, etc. También era posible transcribir
los discursos hablados, por ejemplo mediante la taquigrafía.
No
sólo cambia la escritura, también la lectura. Leer y entender un programa informático
requiere otro tipo de destrezas, que están al alcance de muy pocos. Los
expertos en lenguajes de programación son los e-escribas de la sociedad
de la información. Por otra parte, los documentos electrónicos pueden ser
leídos a distancia, siempre que se disponga de acceso a las redes telemáticas y
se tengan las herramientas adecuadas. Una página WEB es una encuadernación
electrónica. Como consecuencia, surgen nuevos tipos de libros, documentos y
bibliotecas, con una estructura muy diferente, que conviene analizar. Los
llamaremos telelibros (e-libros), teledocumentos (e-documentos) y
telebibliotecas
(e-bibliotecas).
La
escritura electrónica utiliza diferentes medios de expresión y comunicación
(telefonía, televisión, informática, fotografía, DVD, lectores automáticos,
etc., todos ellos digitales), pero su incidencia sobre el conocimiento humano
es mucho más profunda que el simple cambio de medios de lectura y escritura.
Componentes de la escritura electrónica
La digitalización. Permite
expresar los más diversos sistemas de signos en sistema binario. Números,
datos, letras, sonidos, imágenes, tablas, figuras, formulas, frases, textos, melodías,
composiciones. También pueden digitalizarse el movimiento de las imágenes y el
flujo del sonido.
La informatización. Esta
añade nuevas capacidades de acción, permite operar con las expresiones
digitalizadas, transformándolas, mezclándolas y combinándolas. Es una
combinatoria digital, permite simular colores, imágenes y sonidos mediante
aproximaciones iteradas.
El Hipertexto. Añade
nuevas potencialidades, por que enlaza entre si ensamblajes de signos
procedentes de muy diversos contextos. Esta escritura rompe con dos de los
principios básicos de la escritura impresa: la linealidad del significante la
Contextualidad.
La Telematización. Permite
que todas estas posibilidades de la lectura y escritura sean transmisibles a través
de redes telemáticas, independientemente de la distancia a la que estén los
autores, interlocutores, espectadores u oyentes.
Consecuencias en la actividad
Bibliotecaria
La biblioteca
en red y a distancia es la forma de adaptación de las bibliotecas clásicas al
nuevo espacio social generado por las TIC, las cuales incluyen facetas y una de
ellas es la digitalización, informatización y telematización de los fondos,
permitiendo su acceso a través de internet. La mayoría de las bibliotecas están
convirtiendo a formato electrónico los documentos más importantes: libros,
revistas, grabados, imágenes, archivos musicales, etc. Desde
un punto de vista temático, es imprescindible tener en cuenta que la sociedad
de la información se está desarrollando en los más diversos sectores sociales.
Conservar
y organizar todos esos documentos es imprescindible para poder conocer y
estudiar la cultura del siglo XXI. En el caso de la ciencia y la tecnología, se
trata de un problema candente. Sólo una ínfima parte de la producción tecno
científica actual llega al formato impreso. Los centros de documentación
actuales han de establecer criterios de
selección
de los documentos que hay que guardar y los que no, así como de los diversos
niveles de acceso a los mismos: públicos, privados, confidenciales, etc. El
problema es similar en el caso de la documentación que generan las empresas,
las instituciones y, en general, los usuarios del sistema TIC. Las telebibliotecas
y los tele-archivos tienen un campo de acción mucho más amplio que el de las
bibliotecas y los archivos tradicionales.
El
problema no sólo se les plantea a las empresas y a las instituciones, sino
también a los ciudadanos en general. Siempre ha habido bibliotecas privadas,
pero hoy en día los usuarios tienen el desafío de organizar y mantener sus
propios archivos, así como de ir actualizándolos.
Un
cuarto problema general se deriva del cambio tecnológico, puesto que el sistema
tecnológico TIC se modifica rápidamente, haciendo obsoletos muchos artefactos
tecnológicos. De nuevo estamos ante un problema general de la sociedad de la
información, pero en el caso de las bibliotecas es particularmente agudo,
precisamente porque una de las funciones bibliotecarias consiste en conservar
la documentación durante largo tiempo. Ello exige una continua renovación
tecnológica por parte de las bibliotecas, así como un reciclaje frecuente de
sus profesionales. El ritmo de cambio tecnológico resulta muchas veces
vertiginoso, rompiendo con las tradiciones mucho más estables de la industria
del libro y los servicios bibliotecarios.
Bibliografía
Por
Javier Echeverría
Departamento
de Ciencia, Tecnología y Sociedad
Instituto
de Filosofía, CSIC
Foro
ANABAD sobre “Biblioteca y Sociedad”, Murcia, 14 de octubre de 2004
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